No hay
muchos temas para hablar que sean más incómodos que tirarse pedos. La mayoría
de la gente se muere de vergüenza cuando pasa.. Pero obviamente es una función
del cuerpo completamente normal que todos hacemos, y si te fijas un poco, te
darás cuenta de que es realmente bueno para tu salud. Expulsar nuestros gases
no es algo de lo que avergonzarse; de hecho, nos da mucha información sobre lo
que está pasando en nuestro cuerpo:
1. La
primera advertencia
Da igual lo
que hagas, que no hay manera de deshacerse completamente de los gases. Pero
esto es bueno, porque los pedos pueden decirte muchas cosas sobre tu salud.
Incluso si a veces te resulta molesto, deberías estar agradecido, ya que son la
primera advertencia de varios problemas de salud. Olores fuertes, con demasiada
frecuencia, y/o un dolor inusual al expulsar los gases son señales de
enfermedades serias. Si tienes estos síntomas a menudo, quizá deberías
consultarlo con tu médico.
2. Reduce la
hinchazón
Todos lo
hemos vivido: te acabas de zampar un plato gigante de deliciosa comida y te
tumbas en el sofá feliz y con 20 kilos más. Pero no sólo te sientes como si
hubieras ganado cinco tallas, es que de hecho las tienes. Cuando una gran
cantidad de comida es digerida al mismo tiempo, tu cuerpo almacena un exceso de
agua y tus intestinos producen un exceso de gas. Si lo dejas ir, tu estómago se
sentirá mucho mejor y te será más fácil abrocharte los pantalones.
3. El olor
es algo bueno
En efecto:
¡oler tus propios pedos es sano! Varios estudios demuestran que hay componentes
en tus gases que te protegen de enfermedades dañinas. Esto se debe al ácido
sulfhídrico, el compuesto químico que hace que tus pedos huelan a huevos
podridos. En grandes dosis es tóxico, pero en pequeñas dosis puede proteger tus
células y ayudarte a prevenir ataques al corazón.
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