El Papa Benedicto XVI lavó y secó los pies de 12 hombres en la tradicional ceremonia de Jueves Santo que conmemora el gesto de humildad de Cristo hacia sus apóstoles, la noche antes de morir.
Acercándose a la segunda Pascua de su pontificado, el Papa alemán de 79 años llamó a los católicos a que recen por la "purificación del corazón."
"Rezamos para que nos ayude a no mantener nuestras vidas para nosotros, sino a dedicarlas" a Dios, dijo el Papa.
En la mitad de la misa, el Pontífice derramó agua sobre el pie derecho de 12 hombres que estaban sentados en plataformas elevadas y luego los secó.
El ritual se realizó en la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, que es la catedral del Papa en su rol como obispo de la capital italiana. El Pontífice lucía vestimentas color crema y oro.
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