NO IMPORTA QUE SEAN PUERTAS

ARTICULO DE FREDDY ORTIZ Fonsito se había envenenado, tras infructuosos intentos para que, la que fue su compañera durante varios años, procreándole dos hijos, regresara al hogar, luego que escapara con un motoconchista veinte años más joven que el ahora ocupante del gris féretro de bajo costo, vigilado por cuatro cirios y sazonado por decenas de murmuraciones de los presentes (que a eso van a los velorios). “Tan buen hombre y echarse a perder por una puerca como esa, que vivía pegándole cuernos con cualquiera”, decía con rabia el de viperina lengua. “Yo no me explico cómo un hombre cae hasta ahí, porque antes de matarme, yo la mato”, finalizó compungido. http://www.listindiario.com.do/app/article.aspx?id=9942