MUJERES DE MI VIDA

Tenia aproximadamente 18 años y era un mar de hormonas revueltas en toda la piel. Sofía era mi novia amada. Tenia como seis pies, yo apenas cinco cinco. E delgadísima, como las modelos de pasarela y con un maldito color moreno que me derretía los sesos cuando se desnudada. No había forma de vernos bien caminando en las calles, pero nunca me importó, primero porque la quería muchísimo y segundo porque me sabia el centro de su universo. Nos hicimos bachilleres, hicimos casi todos los cursos juntos y habíamos decidido irnos a la universidad, pero ella no pudo lugrarlo, no recuerdo que pasó, que tomó la decisión de quedarse en el pueblo a hacer una carrera de agronomía, obviamente amaba el campo y la tierra y yo me iría a la ciudad, donde me haría periodista y de allí rumbo al mundo. Yo soy loco con las ciudades grandes Los primeros meses fueron una tortura. Nunca me había separado tanto tiempo de ella, pero al regresar puntual como la muerte cada 15 días, aquello era una explosión de pasión con tandas de amor y sexo que se prolongaban todas las tardes del sábado hasta entradita la noche. En eso duramos los dos primeros semestre, pero Vanesa me abrió los ojos. Vanesa tenía como 40 años, era hermosa y bien formada. Una mujer de ciudad, que había caído al pueblo, porque su marido era un aventurero y ella le seguía los pasos, por falta de mejores alternativas. Ella fue la mujer que mejores consejos me dio en mi vida. -Mira Milciades. Me dijo una tarde. -Tienes que dejar la flaca esa. Pero ya, porque un día de estos te va a salir preñada y todos tus sueños de ser periodista, salir en periódico, en radio y en televisión se te van a ir al carajo. En vez de venir en un carro bien montado y preparado para ayudar a tu familia, va a venir a mudar esa muchacha por ahí en alguna cuartería y en vez de un canal de televisión tendrás como futuro un moto-concho y antes de que el primer muchachito camine, esa flaca v a estar preñada otra vez y santo remedio, adios periodista, adios futuro. Un dia veras llegar a tus compañeros que se fueron contigo, en carros nuevos, profesionales y ayudando a sus padres y conociéndote yo, mínimo te va a suicidar. Aquella lata de agua fría, que me hecho Vanesa no solo me mojo la piel, sino que se me metió en el centro del alma, del corazón y de la sangre, y de allí en adelante, en vez de excitarme con Sofia, lo que me daba era terror y en menos de lo canta un gallo comencé a buscar excusas para no volver mas que una vez al mes y luego deje de volver y le explique que ya, que como decía mi abuela “la novia del estudiante no era la mujer del profesional”. Sofia siguió estudiando agronomía, luego lo dejo y se metió a Policía, yo seguí tratando de hacerme periodista hasta que lo logre y si bien, todavía extraño la manera brutal como esa mujer de tan pocas carnes y tanto espíritu me hacia el amor, se en el fondo de mi alma que Vanesa tenia la boca llena de razones y por eso Salí corriendo de los brazos de Sofía. De alli en adelante, cada vez que caigo en unos brazos nuevos mido mas las consecuencias y termino huyendo nuevamente. DEL LIBRO !AH LA VIDA! DE MILCIADES PICHARDO INEDITO