RADIOGRAFIA COTUISANA

Por: Pedro Regalado Mendoza Especial para Cotui Digital Desde comienzos del pasado año 2005, los cotuisanos escuchamos promociones alusivas al quinto centenario de la fundación de nuestro pueblo, evento en el cual sus organizadores se concentraron en la presentación de bachateros, merengueros y regguetoneros en una tarima pública rodeada de carpas en donde el expendio de bebidas alcohólicas a jóvenes y adolescentes estaba a la orden del día. Entre el bullicio de estos ritmos modernos y las bebentinas que arrastran transcurrieron los días en que se concentraron las dichosas celebraciones. Ahora bien, cabe preguntarse si se ocupó alguno de los organizadores de este evento por la realización de un forum, un sincero análisis o por lo menos un diálogo entre cotuisanos con la cabeza bien fría y no precisamente por la espumosa bebida, para evaluar la triste realidad del pueblo y el porqué estando cotuí prácticamente en el centro de la geografía nacional a los cotuisanos nos ha correspondido vivir marginados por todos los gobiernos y sectores de poder que inciden en la vida dominicana. Lamentablemente no fue así y las tan cacareadas celebraciones no fueron mas que unas patronales adicionales para ese año en las que como es normal se extrae de la población los chelitos que produce devolviéndole a cambio ruido y alcohol. A 500 años de existencia y solo 100 kilómetros de la capital todavía hay gente que pregunta por donde se va a cotuí y con frecuencia la provincia Sánchez Ramírez es confundida con la María Trinidad Sánchez, pero pocas veces ocurre lo contrario. Las diferentes carreteras de acceso a cotuí, mientras más se acercan a este pueblo mas van adquiriendo las características de camino vecinal descuidado, situación esta que la ha podido comprobar todo el que ha transitado por las carreteras Cotuí – Piedra Blanca, Cotuí – San Francisco de Macorís, Cotuí – La Vega, Cotuí – Presa de Hatillo y ni hablar de la Carretera Cotuí – Villa Mella que dicho sea de paso es el camino mas corto entre el Nordeste y Santo Domingo. Todas las oficinas públicas de cotuí están ubicadas en ranchos destartalados cuyos propietarios hace años piden al estado su devolución para demoler lo poco que les queda en pié y deshacer los rancios contratos de alquiler de 300 y 500 pesos mensuales, el más patético ejemplo lo constituye la ayudantía de obras públicas, cuyas instalaciones poco le falta para desplomarse y donde no hay siquiera una carretilla para realizar bacheos a las carreteras. Nuestra universidad sigue siendo un rayo de luz en las tinieblas gracias principalmente al tesonero trabajo de su rectora, la licenciada Esclarecida Núñez de Almonte, quien ha desafiado todas las adversidades para mantener abiertas las puertas del ITECO a todos los Cotuisano en su rol de fuente del conocimiento. El liceo secundario Francisco Enríquez y Carvajal debido a la incapacidad de su planta física, la cual fue construida en el año 1968, tiene una gran parte de sus estudiantes diseminados en ranchos que no ofrecen la mas mínima condición que requiere un centro docente. Nuestra zona franca constituye una de las realidades mas tristes ya que de seis naves, apenas una está ocupada, pero con un personal tan limitado que puede ser comparado con el de un taller de microempresa. Las instalaciones deportivas están cayéndose a pedazos, en tanto que nuestros jóvenes deambulan por las calles convirtiéndose en fácil presa de los vicios y la delincuencia. Los funcionarios tanto del pasado como del presente no han demostrado defender con gallardía el sitial que corresponde a este pueblo y más bien, han puesto en evidencia que con tal de preservar sus cargos no son capaces de hablar donde los oigan y si acaso lo han hecho, entonces la atención que han merecido ha sido tan insignificante que debieran renunciar si se respetaran. Resulta penoso pensar que siendo este pueblo cibaeño uno de los principales productores de arroz a nivel nacional, además de aportar importantes cuotas de plátanos, café, cacao y todos los demás rubros que se producen y consumen en el país y que habiendo aportado al país destacados profesionales como por ejemplo el cardiólogo Héctor Mateo, importantes figuras del arte y renombrados políticos con gran poder decisivo en los gobiernos de sus respectivos partidos tal como es el caso de los Agramante y los Molina en los gobiernos de Balaguer, Hatuey Decamps y los Sánchez Barét en los gobiernos perredeistas y otros aunque de menos incidencia de los gobiernos peledeistas y que el pueblo de cotuí siga inerte ante el paso del tiempo. De todos estos planteamientos se colige que existe un enorme contraste entre las características de pueblo progresista que debimos de ser, gracias a los aportes de la naturaleza como las minas de oro, el río yuna y la fertilidad de nuestra tierra, mientras que la realidad que se nos estruja en la cara es que cotuí ocupa un lugar privilegiado en el negativo indicador de pobreza por municipios a nivel nacional, siendo superado solamente por dos o tres pueblos de la frontera, con lo que se pone en evidencia que la principal pobreza del municipio radica en nuestras mentes y de manera muy especial en la de los funcionarios que por vida hemos tenido. Es tiempo pues, de que todo cotuisano preocupado por la evaluación de que seremos objeto por las nuevas generaciones, unamos esfuerzo y voluntad a fin de que cambie el panorama de nuestro querido pueblo de cotuí.