viernes, 22 de junio de 2007
CON CARRETERA SANTO DOMINGO-SAMANA OBRAS PUBLICAS DARA EL PALO DE LA GATA A COTUI
Por MILCIADES PICHARDO
EDITOR
El Secretario de Obras Publicas, ingeniero, Manuel de Jesus Pérez Gómez, alias Freddy Pérez, en una comparecencia al programa “Hoy Mismo” de Color Visión, expresó de manera brillante el éxito que tiene en su gestión al frente de la institución estatal.
Pero dentro de su discurso, hubo algo que llamó la atención de este humilde cotuisano. El ingeniero explicó un nuevo plan para reparar la carretera Duarte, desde Santo Domingo, hasta Controba, de allí, a San Francisco, Nagua y Río San Juan y así por el estilo.
Habló el funcionario de una carretera de Circunvalación para enlazar las cinco provincias fronterizas, lo que veo muy bien pues la denominada “carretera internacional” adolece de un abandono de hacen varios años y incluso anuncio la pronta terminacion de la autovía del Este.
Pero donde me dio en la madre, el señor Pérez, fue cuando habló de la necesidad de terminar la carretera Santo Domingo-Samaná, entrando por el área de Boca Chica, para que los dominicanos puedan atravesar la isla sin mayores dificultades.
Como es común en Freddy Pérez y en los gobiernos del PLD, Cotuí no fue mencionado, por lo que si hoy estamos en aislados y sin comunicación entre Cotui y Pimentel; entre Cívicos y Cotui (por la caída de puentes), mañana estaremos en medio de la nada.
Digo esto porque todo el que visite Santo Domingo, desde Río San Juan, Nagua, Sánchez, Samaná, Castillo, y toda esa zona, utilizará la nueva y rápida carretera, lo que dejará más abandonado al pueblo de Sánchez Ramírez.
Imagino que cuando se le reclama la reparación de la carretera Piedra Blanca, Maimón, Cotui-Pimentel, para viajar con mayor facilidad entre Santo Domingo y Nagua, por ejemplo, Don Freddy responderá, “tranquilo Bobbi, tranquilo, pronto terminaremos la carretera Samaná-Santo Domingo y ya no necesitarán más nada para viajar cómodo y rápido”.
Pobre Cotui, c..., pobre pueblo, huérfano de funcionarios vivos, hambriento de hombres y mujeres que hagan algo más que cobrar cheques a su nombre; pobre pueblo, que ha vivido con la desdicha, de que quienes quieren hacer algo para ayudar, lo boicotean y los que pueden hacerlo y cobran en su nombre, y ni siquiera lo visitan
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario