UNA DECIMA DE EDUARDO ROSARIO

Presidente cumpla con la promesa Mi bario no tiene calles, el polvo nos a matar, pero lo más duro es no tener agua cuando uno se quiere bañar. Las calles ya son una utopía, a construirlas el gobierno no va, pero caray construyan el acueducto que la sequía nos va a lapidar. Agua para el Pescozón, ordenó el mandatario en una ocasión, pero parece que se le olvidó o Víctor Díaz no lo escuchó. Cuanta alegría en ese momento, el presidente nos puso contento, pero la algarabía poco duró porque la promesa el viento se la llevó. 17 años sin agua potable, para nosotros ya es insoportable, es un chucho sobre la espalda, que nos castiga de forma implacable. Agua para el Pescozón, al unísono clama la comunidad, que cada 2 años al igual que a la ciudad, se le molesta para que vaya votar.