COTUI.-El pasado dia seis de enero, con motivo del dia de los Santos Reyes planeamos un gran espectaculo con entrega de jueguetes y todo en Cotui. Convocamos a mi amigo y coordinador del programa Que se sepa, Juancito Rodriguez, para presentar el espectaculo "El Color del silencio" y asi comenzo todo.
1.-La cerveceria Nacional Dominicana, a nombre de Malta Morena, nos monto una enorme tarima y nos envio 15 cajas de de ese producto.
2.-La gente de Coca Cola, nos envio 120 doble litros de Cocacola, Contri Club y Fanta.
3.-Agua Joselito envio 200 botellas de agua
4-Doña Nene vicepresidenta de Ferreteroa El Tornillo nos envio 75 fundas de hielo
5-Billy de Dios del Super Mercado Popular nos envio 6 mil vasos de diez onzas.
6.-La Fundacion El Corazon del pueblo compro 20 libras de caramelos
y entre unos 15 patrocinantes aportaron unos 3 mil 500 juguetes, que fueron repartidos el mismo dia siete de enero, porque el sabado seis no dejo de llover en ningun momento y tuvo que ser suspendida tanto la entrega como el espectaculo.
El dia siete desde las seis y media de la mañana nos instalamos en el bajo techo mi amigo Porfirio Rodriguez, mi padre Ulise Pichardo, Mi hermano Yordany y un grupo de amigos a preparar todo.
desde las ocho de la mañana comenzo el desfile de niños y de inmediato la entrega, a los adultos le entregamos caramelos y a los niños juguetes.
esta segunda oportunidad fue sumamente organizada y los mas de 3 ml 500 jueguetes fueron entregados en manos de niños, no importa las quejas de los adultos que querian para los presentes y para llevar.
Aunque Juancito regreso con el equipo de El color del silencio, no fue posible, porque la tarima no se habia podido cambiar del play, al bajo techo y fue necesario suspenderlo de nuevo, aunque los muchachos cobraron 14, 000 pesos, sin tener que trabajar (que palo)
LOS NIÑOS VENDEDORES DE PAN
El pasado domingo, unos 20 niños que por tener que vender pan, el dia de la entrega, no pudieron participar, les fueron entregados sus juguetes, en el programa El Corazon del pueblo, y aprovecharon para contar anecdotas y reirse de su suerte, pues en vez de estar estudiando o jugando como niños que son, deben levantarse a las cuatro de la mañana, para recoger el pan de agua y salir por las calles de Cotui, a venderlo antes de que sean las diez de la mañana y haya pasado la hora del desayuna. MP
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