Su
nombre es José Miguel López, aunque todo el mundo le llama “El Tío
Mitsubischi”, debido a que desde hace unos cinco años se convirtió en la última
esperanza para propietarios de vehículos de esa marca que no encontraban piezas
consideradas escasas.
“A
partir de ahora usted es mi Tío” le decían los clientes agradecidos y de ahí el
nombre que hoy se extiende a piezas de Kia y Hundai, porque según sus palabras
“hay que moverse a donde el público te necesita”.
Su
negocio ubicado en la calle María Montez 243, exactamente al frente de la
Escuela España en Villas Agrícolas, es
un hervidero permanente de gente que viene detrás de lo mismo “Una pieza que no
aparece”.
En
su experiencia de lo que más debe cuidarse una persona que anda buscando
comprar una pieza usada, es caer en manos de buscones, porque estos en
ocasiones abultan el precio y entregan una pieza por otra.
Sea
lo que sea que usted haga debe hacerlo bien. Y parece ser que esa es la
filosofía del Tio, porque en más de una ocasión he visto gente con los brazos
abiertos dando gracias a Dios, por haber dado con lo que tenían meses buscando
y aquí encuentran solución a sus problemas
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