viernes, 19 de enero de 2007

SE SOLTO EL LOCO EN COMPRESIDA

Bianco Martinez (chaqueta negra) recibe un reconocimiento por parte del director del Diario Libre
Dra. Lilliam Fondeur, Sub directora de Copresida
chequen descojonan periodista
El doctor Humberto Salazar, director ejecutivo del COPRESIDA, ha despedido al periodista Vianco Martínez del puesto que ocupaba en esa institución. Vianco tiene 20 años de un ejercicio periodístico reconocido como independiente. Eso le ha granjeado el respeto de los demás. Hoy se ha negado a rendirse a los pies de un proyecto político. Y ese es su derecho. Para sumar mi voz a la suya y expresar mis deseos de que en este país no sigan sucediendo atropellos como ese, contra los y las periodistas, reproduzco fragmentos de una comunicación que dirigiera Vianco Martinez a las organizaciones de la prensa. “La decisión del director obedeció, según su propia explicación, a que quien suscribe no tenía “afinidad política” con él y que en ese lugar no podía tener una persona que no se identificara con él en ese plano. Despedir a una persona porque no tenga “afinidad política” con el Director es un hecho aberrante, desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista administrativo y desde el punto de vista moral, que borra de plano todas las prescripciones legales y constitucionales en la materia, pero ante todo, es un claro abuso de poder. Hace años, la nación reunió sus aspiraciones y sus esperanzas (..) en una estrategia llamada Respuesta Nacional. Y el doctor Salazar llegó un buen día, autoproclamándose representante de los sectores conservadores, y empezó a desmontarla. Ahora la Respuesta Nacional va rumbo al abismo. En sus manos se va convirtiendo en una nave sin norte, que responde, en muchas de sus partes, a estímulos políticos y que se concentra, principalmente, en acciones efectistas, que buscan sólo crear imagen y convertir una cosa tan importante y tan seria como prevenir el VIH, en simples actividades faranduleras. Uno de los proyectos que borró sin mayores contemplaciones fue el de la Red Nacional de Comunicadores por la Prevención del VIH y el SIDA, una iniciativa impulsada para poner en la agenda publica ese tema. Esa Red se fue tejiendo paso a paso, en un paciente trabajo de capacitación. No hubo un solo comunicador y comunicadora que no haya sido tocado por la magia de aquel proyecto y que no haya sido llamado a ser parte de esa gran movilización social. Para hacerla posible, los técnicos del COPRESIDA trabajaron sin tiempo y sin respetar distancias ni malos caminos, cruzaron valles y montañas y violaron las fronteras de la noche, todo para que el país pudiera contar con un instrumento de educación que contribuyera con un positivo cambio de comportamiento. Al llamado de la Red acudió el mejor periodismo del país, convidado por la idea de contribuir a una causa que, sin lugar a dudas, es de todos. Pero aquel gran sueño fue ahogado por él. Eso fue una profunda falta de visión porque la Red de Comunicadores estaba logrando una nueva manera de escribir la historia y estaba marcando la pauta de una nueva forma de llegar a las comunidades, a través de los medios de comunicación. En esa Red tenía el país un escenario de oro para promover mensajes de salud en la línea de orientar a las comunidades hacia formas de vida mas saludables, incluso más allá del tema del VIH y el SIDA. La autoridad, ante todo, es moral, y que el miedo como instrumento de gerencia, ya no está de moda porque sólo puede ofrecer resultados contraproducentes. Cuando ejercen el poder, los hombres y las mujeres tienen que aprender a cuidarse de sí mismo, de su vanidad y de su triste egolatría, para no creerse dueños del destino de la gente que depende de sus decisiones, para no confundir el humo con las nubes y, sobre todo, para no olvidar que el cetro es para servir, no para ofender”. lfondeur@gmail.com

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