lunes, 19 de septiembre de 2016

Frank Sánchez Garabito: Lamenta desaparición de escuelas técnicas los pueblos.




“Una escuela técnica es la formadora real del desarrollo industrial y técnico de los países y en ella descansa la preparación de la mano de obra técnica. Que al final es la que convierte cualquier materia prima en un producto terminado”.






La expresión es del perito técnico e ingeniero industrial, Frank Sánchez Garabito, quien está celebrando 40 años de haber egresado de la Escuela Nacional de Arte y Oficio (ENAO), entidad que formó los primeros técnicos calificados del país.

Nacido en El Cercado,  llegó a Santo Domingo, tras que su madre, profesora, y su padre, guardia, descubrieran que en la escuela de arte y oficio becaban a estudiantes sobresalientes, en una especie de internado donde  mientras hacia un curso técnico recibían casa, comidas y uniformes, disciplina y hasta un par de pesos cada fin de mes.

 Tras aprobar el examen, encontró que no podía ingresar, porque los requisitos eran tener 16 años, haber cursado con notas sobresalientes el octavo y aprobar el examen de admisión. Él solo tenía 15 años.

Sin embargo, su nota fue tan sobresaliente en el examen de admisión que el doctor Andrés Arístides Fulcar intercedió en su favor. Esa admisión determinó todo en su vida para siempre.

Tras su aprobación fue ingresado a la escuela de mecánica automotriz donde se graduó tres años después, porque allí el que se le quedaba una materia, perdía la beca.

Su salida de la ENAO coincidió con el desarrollo en el país de multinacionales que necesitaban técnicos calificados como la  Alcoa Exploration Company, Falconbridge y Codetel, las cuales hicieron acuerdos de formación institucional con la ENAO y eso les aseguraba empleo inmediatamente terminaban.

Así que ingresó a trabajar a la empresa Safari Motors, filial nacional de la Volkswagen, pero su madre que siempre miraba más allá de la curva le advirtió que  debía continuar preparándose, así que al concluir sus jornadas, muchas veces pasadas las seis de la tarde partía a la universidad donde se graduó de ingiero.

Para esa época surge el Instituto de Formación técnico profesional (INFOTEP) donde estaban reclutando técnicos calificados para impartir docencia, aplicó y fue elegido. Allí se formó primero como instructor y luego como instructor de instructores, tras certificarse en escuelas internacionales de  Brasil, Venezuela y Colombia logrando incluso una distinción especial  como formador ante la OIT que en esa época tenía su cede en España.

En su vida laboral ha ofrecido sus servicios en Safari Motors, La Antillana Comercial, National CaR Rental, y
Trifti Ret Car.

De allí en 1992 decido instalar su propia empresa, bajo el nombre de Servicios Sánchez Garabito contando en su cartera de clientes con marcas tan importantes como Frito Lay Dominicana, Grupo Ramos,  Plastifar, Manaclar, Farah, entre otras.

Con su carga de experiencia a cuestas Sánchez Garabito asegura que: "Si el presidente Danilo Medina decide invertir en la instalación de Escuelas Técnicas,  el país lograría su desarrollo real en 20 años,  porque lo primero que ocurriría es que se descongestionaran las universidades de carrera poco demandadas y se iría renovando la mano de obra no calificada en las industrias, por mano  calificada, que es lo que impulsa el desarrollo”.

La desaparición de las escuelas técnicas le han quitado la oportunidad a millones de jóvenes en pueblos y campos de lograr un nivel de desarrollo importante para ellos, su familia y el país.

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