POR PEDRO REGALADO
Especial para Cotui Digital
Entre muchas cosas que tuve la oportunidad de hacer desde muy joven, una fue la de viajar por diferentes paises de America y Europa; y aqui en los Estados Unidos uno de mis hobbies es el de “cojer carretera” y conocer lugares y gente diferente. Mis hijos se rien de mi, porque lo primero que yo hago cuando conozco a alguien es decirle que soy dominicano, de Cotui, y de un campito que cuando yo naci tenia menos de 100 casas y que queda como a cinco kms de la ciudad, que se llama La Mata.
Ese es como un CD que llevo grabado en mi subconciente y que me sale automaticamente desde aquella tarde en septiembre de 1980 en que Socrates Diaz y yo nos desmontamos de la guagua de Patica en la capital para empezar nuestra nueva vida como estudiantes de la UASD. No hay nadie que yo conozca y que haya entablado conmigo una conversacion de por lo menos 15 minutos, que no sepa eso. Es decir, mi mas grande orgullo es que soy de ese campo, de ese pueblo y de ese pais.
Y se que esa es la manera de pensar de casi todo el mundo. Asi se expresan: artistas, peloteros, periodistas, politicos y la gente no importa su oficio o profesion cuando tiene la oportunidad de hablar en su circulo social o en publico. Querer el lugar de donde tu eres y adorar a las personas que crecieron a tu alrededor, idolatrar a tus predecesores que tuvieron exito en alguna de las ramas de la vida, son manifestaciones propias de los seres humanos.
Siempre tu vas a creer que la mejor escuela, el mejor club, el mejor equipo de pelota, el que mas metia de tres en basquetbol, el mejor ingeniero, el mejor abogado, el militar de mas importancia, el mejor profesor universitario, el mejor pelotero, el tipo que hizo dinero mas rapido, el estudiante mas inteligente, la muchacha mas bonita, el unico politico serio, el unico periodista que siempre habla con la verdad, el hombre mas serio, la madre mas abnegada, la mujer que mas progreso; todos son de tu pueblo, de tu barrio o de tu campo. Y pensar asi no es malo.
Lo que no es bueno es querer opacar esas mismas cualidades en los habitantes de otros pueblos, otros barrios u otros campos. Lo que no es bueno es comparar las cualidades de los que tu quieres con la de los demas. Porque? Porque eso nos divide. Entre bonitos y feos; grandes y chiquitos; blancos y negros; inteligentes y brutos; crea buenos y malos.
Segun el comediante norteamericano George Carlin, el origen de todas las guerras viene del empeño de los hombres de compararse unos con otros: Que esta raza es superior a aquella, o que esta religion adora al Dios verdadero, o que este pueblo surgio de una de las tribus perdidas en no se que episodio de la biblia y no puede seguir bajo el dominio de un grupo sin origen conocido, etc. etc. etc.
Tenemos que seguir queriendo mucho lo nuestro, porque es lo que nos identifica como seres particulares, pero sin olvidar que somos parte integral de un grupo mas grande: el de la provincia, o el del pais, o el del continente, o el de la humanidad.
Con cariño, desde mi otro barrio: Washington Heights
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