Los delincuentes aguardan en un estacionamiento y luego que sales de tu vehículo retiran la placa del mismo. La alarma no se dispara y quedan a la espera. Después te siguen, te sobrepasan y te muestran la placa por la ventanilla, como si ella se hubiese desprendido del carro. Tal vez quedes un tanto sorprendido al reconocer tu placa y sin desconfiar, porque supones que realmente la placa se cayó.
Decides parar para recuperarla y agradecer a quien tan generosamente desea devolvértela...Parar es todo lo que estos marginales quieren que hagas. Ahí ya es demasiado tarde y tendrás suerte si no eres, secuestrado o herido. NO PARES, SEA EL MOTIVO QUE FUERA Una placa no es nada, comparada con tu integridad física y/o la de tus seres queridos o acompañantes.
Compártalo para que todos estemos prevenidos.
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