En el municipio de Cotui sufrimos de muchos problemas. Las autoridades han acumulado una deuda social enorme que a la luz de la realidad no ve forma de que puedan cumplir a corto o mediano largo plazo.
Sin embargo, en estos momentos, es imperante que se enfrente el problema de autoridad existente en nuestras clase dirigente, para poder enderezar un poco la retorcida realidad social de nuestra comunidad.
El desorden en parque del Indio Cotoy frente al Mesón Bar, del cual acaba de surgir un fallecido, es un problema que con un poco de autoridad se resuelve.
Es fácil. La alcaldía y la gobernación iluminan y acondicionan el espacio y la seguridad policial y municipal se encargan de que se mantenga así.
Es fácil. La alcaldía y la gobernación iluminan y acondicionan el espacio y la seguridad policial y municipal se encargan de que se mantenga así.
El municipe que no pueda asumir el comportamiento diseñado pensando en la colectividad, sencillamente se le invita amablemente a marcharse o se conduce en calidad de detenido, por desorden en la vía pública.
Los talleres y negocios en las aceras (incluyendo los haitianos), deben medirse con la misma vara que los vendedores de frituras y quien no cumpla con la disposición debe ser sometido a la obediencia, porque la ley es para todos.
Los ruidos, de música a altas horas de la madrugada, los menores comprando y consumiendo alcohol, los servicios sexuales que se ofrecen a heterosexuales y homosexuales en una zona del parque Duarte, todo eso es fruto de la falta de autoridad y la poca vigilancia.
Mucha gente fue elegida y/o designada para desempeñar una función y se le concedió un grado de autoridad, pero por ignorancia, cobardía o irresponsabilidad nadie la está ejerciendo y un la sociedad cotuisana va como chivo sin ley.
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