Estamos en época en pandemia. Todo ha cambiado y hasta para algo tan íntimo y persona como la celebración de velatorios y enterramientos de familiares existe un protocolo que debe ser llevado al pie de la letra y que está refrendado por el Ministerio de Salud Pública.
Se ha comprobado que los cadáveres de personas fallecidos por Covid-19
son vectores de contaminación, de allí que el área hospitalaria dedicada a la
morgue es considerado lugar de altas posibilidades de contagio.
En ese sentido fue consultado el doctor Ralp Oscar Peguero, quien en
base a sus conocimientos planteó los siguiente:
“Al velatorio de un fallecido confirmado o por sospecha de fallecer por Covid-19, Solo deberían acudir el número
minimo de los allegados más cercanos a la familia del fallecido”.
“Es obligatorio mantener el cofre fúnebre (Ataud) cerrado y de ser
posible evitar el contacto con el mismo y
solo el personal que se designe para sostener el féretro (debidamente
protegido) podrá tener acceso cercano”.
El doctor Peguero sugiere “El uso adecuado de mascarillas, lentes y de ser
posible guantes desechables y mantener la distancia prudente entre personas”.
Finalmente asegura que “las condolencias deben compartirse a distancia
esta vez sin abrazos, solo la mano de ser posible y luego es obligatorio el uso
de gel con base de alcohol o lavado con agua y jabón”.
El señor Jesus Arredondo de la Funeraria Blandino “en la primera
experiencia que tuvo la funeraria con decesos por coronavirus. “Nuestros
empleados buscaban al fallecido bien uniformados y totalmente sellados por
seguridad, para llevar el cadáver directamente al cementerio. Alguien de la
familia era que suscribía el servicio vía telefónica o de correo electrónico,
pero esa persona no tenía contacto con su familiar y solo lo veía en el
cementerio cuando llevaba la caja al nicho”.
Una fuente de Salud Pública, consultada por Cotui Digital reveló que
para evitar contagio con fallecidos de Covid-19, lo más seguro es “trasladar al
cadáver de la persona fallecida directamente del centro de salud al cementerio
y darle cristiana sepultura sin mayores ceremonias ni aglomeración de personas”.
La sugerencia formal de la institución es que “mientras más rápido se
haga el proceso de sepultar el fallecido, menor probabilidad tendrán los
familiares de estar expuestos la carga viral”.
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