MILCIADES, hoy quiero expresarte algunas palabras de las tantas que siento pero que no fluyen en mi mente ni en mis dedos para plasmarla.
MILCIADES, el muchachito del sector el Olímpico de Cotuí, joven inquieto, trabajador, estudioso, curioso, soñador, revolucionario, creativo, emprendedor, juguetón y atrevido.
Sí MILCIADES Atrevido, porque tuviste la valentía de emprender el vuelo con las alas húmedas de la metralla que tu humilde padre roseaba para limpiar el pueblo; así te atreviste a escoger nuevos rumbos, dejaste tu pueblo Cotuí y te marchas te pero que bueno que lo hiciste porque aprendiste a ser tú, simplemente tú, lograste lo que muchos con las alas secas y con abrigos no pudieron.
MILCIADES eres un hombre emprendedor, dador, sincero, próspero, amable, honesto, empoderado, profesional, dentro de la demografía de nuestro amado pueblo, no eres un número, eres la excepción pues dentro de las limitadas cualidades que he podido observar en ti, ese carácter fuerte pero afable, esa capacidad de dar sin esperar, esa cordialidad, ese amable saludar, ese dulce compartir con los mortales igual que tú, ese don de destacar y reconocer las cualidades hermosas de las gentes de tu pueblo, esa sencillez de tratar a todos sin excepción de personas ni discriminación, ese tomar en cuenta tu amado pueblo en todo el devenir de tu vida, son condiciones de GRANDES pero grandes en el Amor Divino como lo eres tú.
MILCIADES, puedes asegurar que los Cotuisanos nos llenamos de placer y nuestro lívido se eleva al oír tu nombre y saber que Cotuí tiene un hombre como tú; por deseo que las partículas que componen el polvo del desierto de Sahara, las gotitas de agua de los océanos y los granitos de arena de los mares sean mínimos frente a tus bendiciones, que el creador del universo te siga protegiendo y bendiga el vientre de tu madre y el aparato reproductor de tu padre y sigas diciendo con sano orgullo.
MILCIADES PICHARDO EL PERIODISTA DE COTUI. Con amor del bueno.Prof. Digna Rodriguez Acosta.
Dama
Gracias del alma. Profesora Digna. Soy escribidor de oficio. Escribo diariamente de todo y de todos, pero no me acostumbro a leer notas sobre mi persona. Soy un llorón por naturaleza, así que su notas llenaron mis ojos de lágrimas y mi alma de alegría. Solo espero merecerlas y pedir a Dios que nunca permite que yo lleve a cabo alguna acción que le hagan lamentar lo que ahora opina de este humilde servidor suyo. Reciba un abrazos, con los brazos de mi corazón.
Milciades Pichardo
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