El perfil de
un servidor público provincial o regional, casi
siempre se valora en base a los beneficios que pueda ofrecer a una persona, grupo o colectivo, dejando de lado el impacto que su trabajo pueda tener en
la población general.
Por esa razón
si usted dirige una institución que beneficia tal barrio, o grupo profesional determinado,
entonces usted es un santo para aquellos, y el demonio para los que no han sido
favorecidos.
De los pocos
funcionarios con plena aceptación en los sectores, barriales, comunitarios,
profesionales, políticos, económicos y hasta religiosos que tiene Sánchez Ramírez,
en estos momentos puedo mencionar a la doctora Mayra Altagracia Bidó Peralta,
la Directora Provincial de Salud.
Su trabajo
es transversal en la vida de la provincia y sin beneficiar un sector o grupo y
sin perjudicar a otros, hace su trabajo de forma tan equitativa que los
miembros de su partido están conscientes, que ella es tal vez, la funcionaria de mayor aceptación y mejor valoración
con que contamos.
La valoración
del pueblo cotuisano a la persona y a la gestión de Mayra Bidó es tan poderosa
que los activistas de otros partidos hablan de todo y de todos, menos de ella,
porque se maneja de manera transparente y a la hora de servir lo hace pensando en la
salud colectiva, no en banderías ni mezquindades políticas.
Puedo continuar
haciendo justicia a esta humilde servidora pública, pero lo dejo aquí para que
nuestros lectores, al través de las
redes sociales, continúen ofreciendo sus opiniones y sus testimonios, convencido de que todo el que ha sido tocado por ella ha encontrado respuesta a sus
necesidades, a su dolor, a sus
inquietudes.
Milciades
Pichardo, Director
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