La enzima bromelaína, concentrada en grandes cantidades en el tallo de la piña, es capaz de dividir proteínas de gran tamaño y con ello facilita la pérdida de peso asociada a la retención de líquidos y favorece la eliminación de los depósitos de grasa en procesos celulíticos. El fruto de la piña también contiene bromelaína, aunque en cantidades muy inferiores, explica Mª José Alonso, farmacéutica experta en plantas medicinales.
Gracias a la división de las proteínas de gran tamaño, la enzima es de gran utilidad en digestiones pesadas.
El tallo de la piña ha demostrado ser un arma especialmente efectiva en la reducción de peso asociada a la retención de líquidos. Igualmente, ayuda a separar el tejido celulítico y favorece la desinfiltración, con lo que se movilizan y deshacen mejor los depósitos de grasa. La bromelaína se concentra en un extracto y se puede encontrar en farmacias en forma de cápsulas.
Las propiedades de la piña son ampliamente conocidas. En la tradición popular es muy utilizada después de las comidas, para facilitar la digestión.
La piña en sí es un alimento rico en vitaminas A, B y C y proporciona una ingesta adecuada de potasio y manganeso, pero de particular interés es la fitoterapia es su tallo, por su componente de enzimas proteolíticas que se utilizan para sintetizar la proteína animal: líder indiscutible en este campo es la bromelina.
Entre los antiguos pueblos de América del Sur, se utilizaba la piña para ablandar la carne durante la cocción, y en algunas recetas étnicas todavía se utiliza como un ingrediente especial, para suavizar el sabor y la textura de la carne. Es importante recordar que la piña es un alimento alcalinizante, que ayuda a equilibrar el pH en el estómago.
Además:
– es también fluidificante del moco y desarrolla una acción expectorante en casos de congestión de las vías respiratorias.
– es un diluyente de la sangre, desarrolla una acción fibrinolítica (contrasta la fibrina, proteína involucrada en la coagulación). Está indicada en casos de estasis venosa, venas varicosas y troboflebitis.
La piña en sí es un alimento rico en vitaminas A, B y C y proporciona una ingesta adecuada de potasio y manganeso, pero de particular interés es la fitoterapia es su tallo, por su componente de enzimas proteolíticas que se utilizan para sintetizar la proteína animal: líder indiscutible en este campo es la bromelina.
Entre los antiguos pueblos de América del Sur, se utilizaba la piña para ablandar la carne durante la cocción, y en algunas recetas étnicas todavía se utiliza como un ingrediente especial, para suavizar el sabor y la textura de la carne. Es importante recordar que la piña es un alimento alcalinizante, que ayuda a equilibrar el pH en el estómago.
Además:
– es también fluidificante del moco y desarrolla una acción expectorante en casos de congestión de las vías respiratorias.
– es un diluyente de la sangre, desarrolla una acción fibrinolítica (contrasta la fibrina, proteína involucrada en la coagulación). Está indicada en casos de estasis venosa, venas varicosas y troboflebitis.
Por Dr.Robert Cassó
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