Es practica común en la medicina
dominicana que algunos médicos especialistas a pesar de estar afiliados a las
administradoras de riegos de salud tanto en planes básico y complementario
cobren diferencias a veces incosteables por los pacientes basados en que la ARS
amparadas en una ley promulgada hace mas de 15 años.
Usted va a donde el especialista y la secretaria, luego de recibirlo le dice: “tiene que pagar una diferencia”, que
generalmente oscila entre RD $500 y RD $1,500.
Lo toma o lo deja, las ARS le pagan al medico solo 300 pesos por consulta no
importa su seguro.
Sin una regulación eficaz, sin
organismos de reclamo eficientes y sin marco legal claramente establecido esta
practica se ha generalizado y empeora cuando usted debe ser sometido a una cirugía
donde la situación es aun mas patética ya que los cirujanos de diversas
especialidades reciben honorarios miserables y asumiendo muchas veces riesgos
que incluso podrían comprometer la vida de los pacientes y su carrera
profesional por pírricas sumas de dinero.
Esto ha llevado a conflictos entre ARS y
especialidades como neurólogos, neurocirujanos, otorrinolaringólogos, cirujanos
plásticos-reconstructivos y otros que han decido dejar de trabajar con seguros
médicos para exigir en legitimo derecho un pago acorde con la atención que
estas delicadas especialidades ofrecen.
controlar los cobros adicionales exigidos por el medico es difícil ya que se enmarca en la discrecionalidad de la relación medico paciente y muchas veces en contubernio entre las partes, sin embargo resulta abusivo la actitud de algunos especialistas del área quirúrgica que en su condición de médicos privados y/o de médicos en conflicto con algunas administradoras de riesgos de salud les exigen a sus pacientes el pago privado de todos sus servicios (clínicas y honorarios) impidiendo la cobertura de la clínica por parte de las aseguradoras o de algunas aseguradoras que se niegan a pagar la clínica porque el medico que yo elegí no esta afiliado su red de prestadores.
En uno u otro caso el paciente se ve
en una encrucijada que puede llegar a
ser mortal si no se cuentan con los recursos necesarios para afrontar el alto
costo de los gastos en salud y constituyen tanto de los médicos como de las
aseguradoras una flagrante violación del derecho del paciente a recibir
cobertura de la clínica por un lado o de elegir el medico de su conveniencia
por el otro.
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